Algunos contarán que fue su último viaje con el coro, otros que fue uno más  de los viajes internacionales que hicimos, y otros sin embargo, contarán que fue el viaje que marcó profundamente su etapa de coralista, no sólo porque fuésemos a viajar a otro país en el que por fin utilizaríamos la segunda lengua que habíamos estudiado desde pequeños, sino porque íbamos a cantar y convivir con otro coro de voces jóvenes, porque como nuestra directora bien decía, nosotros íbamos allí para cantar.
  Esta historia comenzó años atrás cuando el coro viajó a Bruselas con el objetivo de dar un concierto. Una noche decidieron improvisar en la Grand Place de Bruselas y el director de un coro inglés llamado Howard se acercó a escuchar. No intercambió muchas palabras con Charo, pero le dio su dirección de correo electrónico invitando al coro a cantar con ellos en Inglaterra.

Las cosas se complicaron porque Charo se dejó la agenda en un taxi y perdió interés, pero con muy poco esfuerzo la convencieron de que la buscase y así llamó a la agencia de taxis. Meses después volvió a tener la agenda en sus manos, buscó en sus páginas la letra del inglés y ahí la encontró.

El viaje a Inglaterra fue tomando forma poco a poco y por el mes de mayo empezamos a ensayar las obras que cantaríamos con los ingleses (Run, Cantate Gloria, Non Nobis, Esta Tierra y Todos los Bienes). Cuando acabaron las clases continuamos ensayando por las mañanas, y por fin llegó el nueve de Julio. Habíamos quedado a las tres y media de la madrugada en la Plaza Poniente, allí subiríamos al bus que nos llevaría al aeropuerto de Barajas, donde montaríamos en el avión que nos llevaría a Inglaterra.
Después de facturar y pasar por todo tipo de escáneres subimos al avión y a las 9:10 hora Inglesa aterrizamos en el aeropuerto de Gatwick, recogimos las maletas y montamos en el bus que nos llevaría desde Londres hasta Weston-Super-Mare, donde nos esperaban los ingleses.

La mayoría nos dormimos y al cabo de un rato llegamos a Bath, donde hicimos un recorrido por el centro histórico y comimos embutido sentados en el césped rodeados por un circo de casas. Terminamos de comer y asistimos a una visita guiada de los baños romanos, donde nos dieron unos reproductores que contaban el paso de los romanos por Bath y la historia de los baños. Cuando acabamos la visita y nos encaminamos hacia el bus, algunos coralistas se quedaron atrás y tuvieron que irlos a buscar, por lo que perdimos tiempo y en Wells solo pudimos dar una vuelta y ver la catedral.

Llegamos al albergue en Cheddar sobre las 20:00. Nos repartieron las habitaciones, dejamos las maletas y bajamos a cenar. Unos comieron rosted potatoes (patatas asadas) y otros hamburguesas con patatas. Cuando acabamos ensayamos un poco y subimos a las habitaciones, algunos se quedaron dando vueltas por los pasillos pero la mayoría nos fuimos a dormir.

Al día siguiente (Miércoles 10 de julio) medio desayunamos (alguno se llevo la tostada de la mano) y montamos en el bus que nos dejó a la entrada del instituto inglés, donde nos esperaban con una pancarta dándonos la bienvenida. También habían invitado a otro coro de Weston llamado Youth in Harmony, que se sumaron a nosotros en las piezas que cantábamos junto al coro Worle. Nos dividieron en grupos y nos enseñaron el instituto, después jugamos a ver quién era capaz de construir la torre de espaguetis crudos más alta y al acabar nos pusimos a ensayar.

Nos hicieron aprender dos obras nuevas que cantaríamos en el concierto, una era Dubula (La canción más graciosa que existe) y la otra era Blue Mountain River.

Después de comer en la cantina y ensayar otro rato los ingleses nos invitaron a tomar el té, así que nos dividieron y fuimos a tomar el té con sus respectivos pasteles a las casas de nuestros amigos ingleses. Sobre las ocho nos llevaron de vuelta al instituto, allí el bus nos recogió y nos llevó hasta el albergue, donde después de cenar dimos vueltas por los pasillos y visitamos las habitaciones de nuestros compañeros, finalmente nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente (Jueves 11 de julio) nos despertamos y fuimos al instituto. ¡Volvían a empezar las actividades de canto! Ensayamos un buen rato y salimos fuera donde vimos unas actuaciones de alumnos de la escuela y cantamos Dubula con los ingleses, al acabar fuimos a la cantina y comimos.
A continuación de los ensayos de después de comer nos llevaron a dar una vuelta por Weston-Super-Mare, jugamos un partido de fútbol contra los ingleses y nos enseñaron el Grand Pier, donde nos montamos en varias atracciones y pasamos la tarde. Después de esto se hizo tarde y volvimos al albergue, cenamos, deambulamos de habitación en habitación y finalmente nos fuimos a dormir.

Llegó el viernes 12 de julio, el día del concierto, por la mañana ensayamos como los días anteriores, comimos en la cantina y a la una salimos hacia la iglesia All Saints Church donde hicimos un ensayo general. Después de esto tuvimos algo de tiempo libre y nos pusimos la ropa de concierto (falda negra o pantalones negros, camisa remangada y la chapa) y esperamos a que nos diesen la señal para entrar en la iglesia. El concierto duró hora y media más o menos. Primero cantamos en conjunto, luego cantamos nosotros nuestras obras (Dindirindin, Naranjitay, Cantares y Bohemian Rhapsody), a continuación el otro coro invitado de Weston (Youth in Harmony) cantó ¨Ordinary Miracle¨, después el coro Worle cantó ¨Falala¨ y ¨Shenandoah¨ y para finalizar, otra vez todos juntos. Nada más terminar nos despedimos y subimos al bus que nos llevaría a Londres.

Después de unas horas en el bus llegamos al hotel Kings Cross de Londres donde nos repartieron las habitaciones y la mayoría nos fuimos a dormir de inmediato.

A la mañana siguiente (Sábado 14 de julio) nos despertamos y bajamos a desayunar. Nos preparamos y subimos al bus con el que realizamos un recorrido guiado por Londres que duró tres horas y media. Al bajarnos del bus fuimos a ver el cambio de guardia en el Buckingham Palace, y a continuación seguimos la visita por el centro de Londres. Nos dieron un tiempo para comer y comprar souvenirs y la mayoría logró entrar en los baños sin pagar.

Y llegó la sorpresa. Tras hacer una pequeña cola nos subimos a un barco que nos llevó por el Támesis. Estábamos sentados en la parte de arriba, pegaba mucho el sol y casi nos morimos por el calor, algunos llevábamos el abanico para hacer la gracia y lo acabamos usando. Hicimos fotos al London Eye y al Big Ben y bajamos del barco.

Ya volviendo al hotel nos dieron algo de tiempo libre para comprar regalos. Comimos algo, compramos souvenirs y volvimos a la Picadilly Square para reunirnos con el resto. Después de un rato llegamos al hotel, donde nos preparamos para salir otra vez. Saturday night!! Andamos un buen rato y llegamos a la Covent Garden Square, donde improvisamos algunas canciones. Rocío puso el bombín en el suelo y la verdad es que recaudamos bastante. Más tarde los profesores y los menores volvimos al hotel mientras los mayores se fueron de fiesta por ahí. Al día siguiente estaban todos hechos polvo.

Nuestro último día en Inglaterra llegó. Hicimos un último acopio de fuerzas y fuimos a visitar el Museo Británico. Vimos las salas más importantes, Egipto, Grecia, Asiria… Al acabar salimos y comimos en un pequeño jardín. Después montamos en el bus y nos dirigimos al aeropuerto de Gatwick. De camino pillamos atasco y algunos llegaron a pensar que perderíamos el avión, pero al final no fue para tanto. Facturamos, pasamos los escáneres, compramos algo de comida y subimos al avión tristes por dejar Inglaterra a nuestras espaldas.

A las ocho hora española llegamos a Barajas, recogimos las maletas y sobre las nueve subimos al bus que a las once y media nos dejó en la Plaza Poniente.

Nos despedimos entre abrazos y alguna lágrima, a algunos les veríamos en septiembre, a otros no porque dejaban el coro. Había sido un viaje increíble lleno de risas, melodías y diálogos en inglés al estilo Ana Botella. Un viaje inolvidable, con el que algunos empezaban su etapa coral, otros la continuaban y otros acababan, pero los que se iban sabían que el coro siempre estaría ahí para darles la bienvenida a casa.

Más fotos del viaje aquí.


Escrito por Elena Abril.