Fue una dura ascensión hasta llegar hasta nuestro primer hospedaje cordobés, pero llegar a la cima siempre cuesta, aunque estés acostumbrado al esfuerzo y a comer tarde.

En disposición de hacerse notar en las calles de Córdoba, pese a la competencia de la tuna.
Pequeña agrupación coral en majestuoso entorno

Las grandes bellezas de la ciudad de Córdoba pugnaban con el asfixiante calor por acaparar toda nuestra atención.


Miembros del coro muy en contacto con esa Córdoba que tanto nos gustó.

En los viajes del coro se comparten canciones, experiencias y hasta espacios físicos reducidos.

La gala de Medina Azahara, la flor de Olmedo

Aglomeración coralista en entorno hermosamente ancestral

Un grupúsculo coralista se refugió en esta tradicional y cómoda tetería para pasar un rato de tiempo libre.